Usamos distintas fuentes de energía para realizar trabajo útil.
Las fuentes de energía se pueden clasificar en renovables y no renovables.
Tanto las renovables como las no renovables se pueden convertir en fuentes secundarias de energía como la electricidad y el hidrógeno.
La mayor parte de nuestra energía es no renovable, proviene de fuentes de energía no renovables.
El carbón, el petróleo, el gas natural y el uranio son ejemplos de fuentes de energía no renovables. Las fuentes de energía no renovables se usan para obtener electricidad, para calentar los hogares, para que funcionen los coches y para elaborar productos en las fábricas.
Estas fuentes de energía se llaman no renovables porque sus existencias son limitadas. Por ejemplo, el petróleo se ha formado a lo largo de millones de años a partir de restos de plantas y animales.
Por suerte ¡el uso de las energías renovables está aumentando!
Las fuentes de energía renovable incluyen la biomasa, energía geotérmica, energía hidroeléctrica, energía solar y energía eólica. Se les llama fuente de energía renovables porque se renuevan solas constantemente.
Día tras día, el sol brilla, el viento sopla y los ríos fluyen. Las fuentes de energía renovables se utilizan para generar electricidad, para generar calor y para combustibles destinados al transporte.
En que se diferencian las fuentes de energía secundaria de las fuentes de energía primarias?
La electricidad y el hidrógeno son distintas a otras fuentes de energía porque son fuentes de energía secundarias. Las fuentes secundarias se utilizan para almacenar, mover y suministrar la energía de una forma más fácil de utilizar.
Para obtener fuentes de energía secundarias como la electricidad y el hidrógeno necesitamos partir de una forma de energía primaria, como petróleo, biomasa, energía solar, etc.
Las fuentes de la energía
¿Dónde vamos a buscar la energía?
Algunas de sus fuentes son minas situadas en países lejanos, mientras que otras brillan directamente sobre el tejado de nuestra casa, o soplan en los montes cercanos.
Excavadoras, perforadoras, torres de extracción, cosechadoras y paneles solares: todos estos elementos sirven para captar la energía en sus orígenes.
Yacimientos de petróleo y de gas natural
La localización de los yacimientos de hidrocarburos determina buena parte de la geopolítica mundial.
Yacimientos de carbón
Algunas minas de carbón llevan varios siglos en explotación. Las comarcas mineras en donde se encuentran han desarrollado un paisaje y una cultura particulares.
Yacimientos de uranio
Pocas personas sabrían localizar en un mapa la República de Níger, de donde procede el mineral radiactivo que alimenta buena parte de las centrales nucleares españolas.
Bosques y cultivos
Fuente de energía interna (en forma de comida) y externa (en forma de leña) durante milenios, hoy se los ve como fuentes de nuevos tipos de combustibles.
La máquina atmosférica
Tormentas y huracanes nos recuerdan la enorme cantidad de energía que encierra el movimiento atmosférico de masas de aire y agua.
Residuos urbanos
Quemar las basuras para obtener energía se vio como una buena solución del problema de los residuos, pero el proceso acarrea riesgos todavía no bien conocidos.
Captación directa de la radiación solar
La fuente de energía más ubicua es también la más aleatoria. Pero nuevos procedimientos de captación la están convirtiendo en una opción cada vez más segura.
Solución sostenible
Son más sostenibles las fuentes cercanas que las lejanas, así como aquellas que causen el menor impacto posible sobre el medio ambiente. Desde este punto de vista, la radiación solar, la máquina atmosférica y los bosques y cultivos no tienen rival.